“Pequeña serenata nocturna”
Ese asonante destino que deja los oídos prestos a la utopía, a las diez mil y una formas que toman las esperanzas; es curioso que no duelan las manos ante la presión constante de quedarse sin aliento mientras se persigue la silueta que tiene cada uno de los sueños que no alcanzamos a conocer pero sabemos nuestros por su aroma.
Es curioso que con cada día los pasos te dibujen un nuevo crucigrama que empieza y termina siempre horizontal, justo como descanso sobre tus dunas, desierto de espinas que perfila en la piel los te extraño en tinta indeleble..
Es curioso como se quema el trigo, se funden las manos y la espiral se abre sólo para existir...
Angustias de un pensamiento aciago
Mustia, la noche se extiende como un manto de mano frías. Pasos sigilosos te alejan de nuevo... otra vez, cada vez más lejos del sueño que plantaste en tu patio trasero.
¿Qué es malo el camino? ¿Qué no está bien presentirse en ruinas? ¿Qué la vida arremete con furia de mar retenido? ¿Qué no sabes qué puerta da a la salida?
Mustias, las estrellas se mantienen firmes en su lejanía, con su mirada de viajero cansado. No basta el silencio, no basta el llanto bajo las sábanas... no te contiene tu piel... te amarra, te sujeta, te asfixia.
Otra puerta equivocada. Otro camino tocando su fin.
Años que se van al girar de la llave, cambios de cielos.. colores que se esfuman...
Un desierto de voces que te aterran. Enfrentar. El infortunio de no tener otra opción...
Mustia, la vida se escapa entre carcajadas dolidas, agitando brazo contra cielo, maldiciendo los pasos, los caminos de puertas cerradas. Juntas las piezas y no calzan los rostros.
¿Quién es esa sombra en el espejo? ¿De quién es aquella mueca entre manos rotas? ¿Quién murió tras la cortina de humo?
Tiempo... tiempo que se pega en los dedos, que se arrincona en tu cama, que es parásito de tu sonrisa?
Nos dejamos la ira dormida alguna vez, y fuimos esto que ahora maldecimos a falta de otra alternativa. Nos dejamos la vida apagada en un altar y nos devoramos las ganas de saltar por la ventana.
Mustia, mi alma se desprende de mi aliento tan sólo para dejarme el sabor de un nuevo fracaso atrapado entre los párpados. Si se apurara la mañana en desvestir esta tristeza que ahora me ciega de ganas...
Si viniera el viento y me trajera de nuevo todo aquello que se llevó...
Incoherencias de la coherencia...
Entre tiernos pastos de primaveras y nubes de colores suaves, el invierno largo me encontró congelando mi alma, dejando sin luz mi vista ligera de un perdido sueño transformado en llamas.
Al atardecer los diversos colores en degradé recorren el paisaje vagabundo, una esfera ardiente se entierra en el horizonte desbocando al mundo. Su inocente expresión desvela mi ser.
¿Alguien puede entender lo que significa el arco iris sin tropezar con sus leyendas, porqué el comenzar a fumar? Cuestionamientos con respuestas que no responden, maravillas y maldades de este mundo y vos... tan solo otro cuestionamiento que no posee explicación en su respuesta, es solo un porque sí.
¿Porqué el pensar que lo que uno encuentra es equivocado? Una rama que de un árbol muerto, su sonrisa falleció en lágrimas de savia, un abrazo de madera, duro sin sentimiento. No era lo que yo creía que era, me equivoqué, no puedo encontrar lo que quiero. Una rosa tiene espinas, un camino posee piedras.
Entre mi cigarrillo y la cerveza la vista se nubla de fotografías viejas, el humo se vuelve ambiente y el corazón una confusión. Lo amargo endulza la vida y la sal da un toque de pimienta, el círculo vicioso de esta ruleta llamada destino. Mentiras que son verdad, verdad que no existe, mariposa de vida corta, disfruta la flor.
Entre el cielo y la tierra, una luna de puente, ¿por qué uno busca lo que jamás encuentra? Por vos voy a tomar este trago que está llegando a su final, brindando por mi deseo y tu olvido, prometiendo no volver a prometer, escondiendo mi amor que muere de soledad. Los pensamientos me los olvidé en la esquina, lo que quería decirte quedó en aquel insomnio y el tiempo no se detuvo, el veneno de tu sonrisa aún viaja en mis venas.
Inocente pimpollo que desea ser rosa, quiere poseer la sabiduría del viejo y cansado viento y todavía sus pétalos no conocen al sol, no posee huellas.
El poema durmió a la sombra de su cuerpo, en el pasto tierno que hoy está congelado y seco, una canción perdida sin tiempo recorre con melodías sutiles sus manos, frágil, desprotegida en un bosque de dudas reprimidas por un miedo incomprendido lleno de ceniceros descartables.
En el filo de una esperanza con un jarrón de cristal logro observar el brillo de tus hermosos ojos color esmeralda y me percato que los ojos no son los lindos, el encanto lo tiene la mirada. Es como los cuentos, el encanto está en como se cuenta la historia.
Entre copos de nieve y flores marchitas los recuerdos se vuelven notas mentirosas, la arrogancia de los años resignan las raíces del sauce que llora y gritarás al silencio inútilmente tratando de juntar los pedazos que en el camino cayeron. Con papeles escritos de escondida puñalada que en un ayer fue lanzada, desbaratados fragmentos sin orden, hojas desordenadas disimulando la angustia de una gentil y opaca despedida que hace sufrir los nervios de un barco naufragando en un mar de sangre.
El abrazo reconfortante de un nuevo amanecer, mañana todo estará bien, otros son pesimistas, mañana será igual que ayer. Las estrellas en el día no las ves, el sol en la noche duerme bajo el níspero del patio eterno. ¿Algún día podrás comprender que lo que es rojo realmente no lo es, te has planteado que un ciego deslumbrado en su oscuridad, carece del sentido de los colores?
Entre preguntas sin respuestas y el péndulo del destino, se desliza desde el firmamento un vago polvo amatista cubierto de indefinidas líneas rubias que brillan con la luna, junto a ellos se encuentran las sombras, esas imágenes que imitan con pantomimas que solo son las luces que no vemos. Y entre los dedos cubiertos de alquitrán y nicotina se te esfuma la vida como humo, el polvo no te toca, te extiendes y no llegas, te angustias, estas triste, pero no te aflijas, llegará tu turno, tan solo era de otro.
Descubrir
Descubrí también que yo voy cambiando al mismo tiempo. Que la vida va cambiando a cada milésima de segundo de ese tiempo inventado por los hombres. Tiempo es más que una simple palabra traducida en letras que dan ese sonido y ese eco, que nos hace pensar en momentos, segundos, minutos, instantes, horas... Tiempo.
La vida, me di cuenta, está regida por tiempo. Por ese mismo tiempo que no existe más que para darnos cuenta que lo estamos perdiendo, esperando... y entender al fin, que ya pasó.
No andaba con ganas de verte. Cosas del tiempo. No era el tiempo en el cual quería saberte. Sin embargo el tiempo decidió por mí y te puso enfrente. Yo no quería tus ojos. No quería tu voz. Pero el tiempo tenía otros planes para mi. Y descubrí que el tiempo, sin las mismas letras, podía definirse como destino. El destino no es para mí, me dije. Ese tiempo ya manejado y manipulado por los intereses ya concretos de algo que todavía no pasa pero que debería pasar no es la solución a mi vida, puesto que si existiera el destino entonces estaría tirado esperando que las cosas pasaran y no descubriría nada, sino que acompañaría al destino sin sorpresas ni emociones. No existe relación entre el tiempo y el destino. Dos cosas, dos palabras y su significado, creado por el hombre.
Descubrí que no hay nada peor, que las ilusiones. Las ilusiones vendrían siendo esas pesadillas que nos despiertan siempre empapados en sudor frío. La ilusión, otra palabra creada por el hombre, como todo lo que existe, como cada letra que forma cada oración que dicta esta mente sin consuelo ni descanso.Y me muero por saber el porqué de cada letra, de cada nombre, de cada palabra.
¿Qué relación tienen, tiempo, destino, ilusión, suerte?
Cuál es el tiempo del destino, cuál es la ilusión de la suerte, cuál es la suerte del destino y cuál es la ilusión del tiempo.
No tenía ganas de conocerte. El destino decidió lo contrario. Y lo que es peor, las ilusiones se apoderaron de ese capricho del destino y todo se volvió una pesadilla. ¿Cómo distingo la suerte? Qué puedo hacer si no coincide ni el tiempo ni el destino ni la suerte ni la ilusión... No tenía ganas de conocerte. El destino decidió lo contario. El tiempo se impuso arrebatando mi razonamiento. La ilusión colmó de falsas expectativas mi pensamiento, un pensamiento aturdido, confundido tratando de organizar el desorden que provocaban tales sensaciones y unirlas sin entender, si era la suerte, ese azar encomendado por nadie, quien podía explicar el sinsentido de todo esto.
Descubrí que no quería vivir dependiendo del tiempo, que las ilusiones habían destrozado poco a poco la frialdad de mis pensamientos, que la suerte nunca había querido jugar limpio ni a mi lado... descubrí que el destino siempre había sonreído macabramente frente a mí, frente al espejo sin dejar de mirar con esos ojos directo a mis ojos, para perderlos en la verguenza de los párpados.
No andaba ganas de conocerte ni de verte... Tus ojos podrían ser rojos, pero si decimos que son verdes, queda mucho mejor...
Rutinas
Tenía mucho que tender.. la ropa estaba limpia y húmeda, lista para recibir el sol del medio día y secarse.. después sólo quedaba esperar, bajarla, doblarla con cuidado o plancharla con esmero.. para volverla a usar, ensuciarla y repetir el proceso.. Se sentó en el escalón que la llevaba al patio, justo junto a la cesta de ropa y pensó en las rutinas.. en lo ridículo que era lavar para volver a ensuciar, siempre quedaba polvo.. siempre quedaban huellas, siempre..
Miró a su costado y vio la escoba.. el mismo proceso la esperaba dentro de la casa.. su cabeza latió con fuerza, se frotó las sienes y dejó salir un suspiro profundo.. cansado..
Avanzó hasta en medio del patio y se tendió al sol… tal vez así podría secarse lentamente… tal vez alguien la plancharía o doblaría cuidadosamente.. la usaría orgulloso ante la gente…
Sólo para volverla a ensuciar…
alexa;)